sábado, 11 de febrero de 2017

Gante con escolares



El programa de los intercambios escolares tiene como objetivo fomentar las relaciones entre alumnos y profesores de dos países y posibilitar el acercamiento de culturas vecinas con el fin de potenciar el interés por las lenguas extranjeras incluidas en sus currículos escolares. Se trata también de una experiencia viajera novedosa que cada vez gana más adeptos y que está permitiendo la movilidad de nuestros estudiantes que son capaces de traspasar barreras y estrechar lazos rápidamente con chicos de otros ámbitos. Una manera también de hacer Europa y una de las iniciativas más felices del viejo continente que puede sentirse orgulloso de sus escolares. 
Con ocasión del intercambio entre los centros educativos Broederschool de Roeselare (Flandes Occidental, Bélgica) y el IES Sierra Luna de Los Barrios (Cádiz) tuvimos la oportunidad de recorrer Gante acompañados por los propios estudiantes belgas que nos sirvieron de guía y se encargaron de explicarnos los lugares más importantes de esta histórica ciudad. Sin duda una gran experiencia para conocer desde dentro otras culturas. 
Gante es una ciudad muy bonita, pero en esta ocasión, de la mano de nuestros anfitriones todavía nos ha gustado más. Además se trata de una ciudad universitaria y joven y se respira mucho ambiente en sus calles. Es una placer perderse por las callejuelas y descubrir su arquitectura. Gante ha ganado mucho desde que en la década de los años ochenta se acometiera la restauración de sus monumentos y la limpieza de sus canales para competir con la vecina Brujas, porque al igual que ésta posee una interesante red fluvial y un magnífico centro urbano medieval. Actualmente es la ciudad flamenca con mayor número de edificios históricos.
Gante es la capital de la provincia de Flandes Oriental de la Región Flamenca. Está situada en la confluencia del río Lys con el Escalda. Su  nombre hace referencia a la convergencia de los dos ríos entre los que esta ciudad se encuentra.
Las explicaciones comenzaron en el puente de San Miguel, un magnífico punto de partida. El puerto medieval es uno de esos lugares en que el tiempo se ha detenido, un entorno único por el auténtico despliegue de arquitectura medieval y renacentista. A continuación visitamos el casco antiguo con sus arterias y plazas más interesantes. Llegamos hasta el imponente castillo de los condes de Flandes, el Gravensteen, construido en el siglo XII en pleno centro de la ciudad; la iglesia de San Nicolás, de estilo gótico; el Belfort, que es una torre campanario que refleja el poder de los gremios medievales; la catedral de San Bavón, en cuyo interior se conservan verdaderos tesoros artísticos; así como el Ayuntamiento, que no puede pasar desapercibido por su variedad excepcional de estilos. En suma, una ciudad repleta de historia y de vida que conocimos gracias a nuestros anfitriones flamencos. 






































  




1 comentario:

  1. Un gran reportaje de un buen viaje y bonita experiencia. Gracias, Antonio, por ser dos buenos tutores y vuestro buen hacer, tuyo y de Jose Luis. In saludo. Juan Ramon (padre de alumn@)

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