Algunas ciudades sacan a relucir sus
mejores galas cuando el sol se esconde. Llegan a adquirir
un aspecto casi mágico. Brujas no es la excepción y, lejos de la presión
turística, esta histórica ciudad presenta una nueva cara cuando todos duermen.
Más íntima, silenciosa y misteriosa. En medio de sus luces y sombras
se respira la historia porque parece que el tiempo se ha detenido en este enclave que fue uno de los grandes centros comerciales de la Edad Media. Un
museo al aire libre bajo la luz de la luna que nos transporta a esa época de
esplendor comercial de Flandes.
Aquí dejamos este reportaje fotográfico de
Brujas nocturno e invernal realizado en enero de 2017 con los canales helados.
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