Las corredoiras son viejos caminos que comunican las
diferentes aldeas de las tierras gallegas. Estrechas, a veces empedradas y casi
siempre embarradas, durante siglos, y aún milenios, han sido como la columna
vertebral de la Galicia más rural formando una extensa red de serpenteantes caminos
entre aldeas para llegar hasta los rincones más recónditos. Por estos caminos
han transitado los vecinos, el ganado y las carretas de bueyes.
Entre paisajes de bosques de robles retorcidos, pastos, rebaños de vacas,
aldeas casi dormidas en el tiempo y muros de piedra, se respira la esencia de
la Galicia más rural. Muchos de los caminos aparecen hundidos para que el ganado no
invada las propiedades colindantes formando verdaderos túneles vegetales
Se trata sin duda de uno de los tramos más interesantes por
donde hoy día transitan los peregrinos en su camino hasta Santiago que pueden
ser testigos privilegiados de la actividad de unos laboriosos vecinos que han
mantenido los usos y costumbres de antaño, continuando, como hace siglos, dedicados
a la agricultura y a sus rebaños de vacas.
Las fotos de este reportaje corresponden a los Caminos de
Santiago Primitivo y Francés en sus tramos gallegos.
me da muchas ganas de caminar por alli.
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