Llegamos a Capileira con la intención de ascender al
Mulhacén, en Sierra Nevada, techo de la Península Ibérica con sus
3.479 metros. Considerando que Capileira se encuentra a una altitud
de 1.436 mettos, es fácil calcular que una subida de más de 2.000
metros nos espera. Al final serán casi 2.200 metros de desnivel
positivo acumulado entre las dos etapas en las que decidimos dividir
la ascención con el ánimo de no forzar nuestras piernas más de lo
aconsejable y llegar al refugio a una hora que nos permitiera
instalarnos y cenar de forma relajada.
Dado que se puede acceder hasta la Central Eléctrica
por una pista, que está aceptable para turismos, muchos montañeros
optan por dejar los coches alli, y evitar los cuatro kilómetros de
trayecto y un buen tramo de subida. Nosotros decidimos, por mayor
seguridad y dejar abierta la vuelta a Capileira por cualquiera de los
posibles caminos, dejar el coche en el aparcamiento del pueblo.
Salimos del pueblo por la calle del Castillo y en la
fuente del Carril tomamos unos tragos de agua fresca y comenzamos la
ruta. En el siguiente cruce tomamos el desvío a la derecha y
entramos en el sendero de pequeño recorrido PR-A 69, “ Ruta La
Cebadilla “ , que llega hasta la Central y luego hace el regreso
por el lado opuesto del barranco de Poqueira hasta Capileira. Después
de un buen tramo de ascenso por el sendero (+150 de metros), tuvimos
unas excelentes vistas del pueblo. Sorprenden los “ terraos“ de
las casas, con este nombre se conocen los techos planos de las
viviendas, recubiertos de una tierra arcillosa de color gris conocida
localmente como “launa”, luego el camino se ensancha y la
pendiente se suaviza mucho durante más de un kilómetro,
coincidiendo en este tramo con la acequia de Los Lugares.
Poco después de pasar por el depósito de agua, antes
de llegar al barranco de La Cabañuela, llegamos a la pista
transitable que va a la Central con un marcado descenso, pasamos un
puente y llegamos a las Casas de La Cebadilla, este poblado se
construyó en los años 50 del siglo pasado y en la actualidad está
abandonado y en él vivían los trabajadores de la Central
Hidroeléctrica de Poqueira y sus familias, llegando a tener hasta
200 habitantes. Poco metros más adelante, después de cruzar un
puente sobre el rio Poqueira, llegamos a la Central, nos encontramos
a 1.540 metros de altitud, el lugar un poco por debajo de la
confluencia de los rios Toril y Nante (nombrado ya curso abajo como
Poqueira). Es angosto, umbrio y bastante espectacular. La Central se
situa entre el margen izquierdo del rio y una escarpada ladera, vemos
a la derecha los edificios, a la izquierda el canal de conducción de
aguas y en su parte superior fuera de la vista se encuentra la
tercera parte que completa el conjunto, la cámara de carga de agua.
Esta Central se encuentra en buen estado de
conservación y en funcionamiento en la actualidad, fue construida en
el año 1957, según se informa en una placa colocada sobre su puerta
principal. Dejamos atrás la Central atravesando un puente y a la
derecha tomamos el sendero que nos llevará al refugio, pero nos
quedan por delante seis kilómetros y medio y casi mil metros de
desnivel.
Se comienza con una fuerte pendiente por el sendero
empedrado. Cuando el terreno se allana después de media hora de
subida, pasamos cerca de los cortijos de Masagrande, Nante y Naute, y
luego bajamos al rio muy cerca del cortijo de La Isla. A partir de
aquí se cambia de margen tres veces por pequeños puentes, seguimos
ganando altura y cruzamos el rio Veleta que afluye por la izquierda
al Nante. Más arriba, en unos 15 minutos llegamos a la Hoya del
Capitán, donde se unen el rio Mulhacén (al que se le ha unido un
poco antes el rio Seco) y los barrancos de Peñón Grande, Peñón
Negro y el Posteruelo. Ahora toca reponer fuerzas y liquido, porque
en un tramo de dos kilometros tenemos que salvar 650 metros de
desnivel positivo. Puestos de nuevo en marcha cruzamos el rio
Mulhacén que se queda a la izquierda mientras vamos ganando altura,
llegamos a la Acequia Baja, que cruzamos por otro pequeño puente,
más arriba nos espera el cortijo de Las Tomas, también conocido
como Corrales de Pitres con un peculiar espantapájaros que visto
desde la distancia parece humano. A un poco mayor distancia que la
anterior, por encima del cortijo, cruzamos la Acequia Alta, por un
puente marcado con una baliza. Este tramo desde la Acequia Baja hasta
la Acequia Alta pertenece al sendero homologado PR-A 23 , “ Ruta
Acequias del Poqueira”, pero lo tenemos que abandonar como de forma
clara indica el poste indicador que hay en la puerta. Hay que seguir
hacia el refugio por el sendero marcado con balizas de color naranja,
un tramo paralelo al barranco de Peñón Negro por la Majada de Los
Dalieños y luego a la izquierda para cruzar el barranco de Peñón
Grande, hasta llegar a la hoya de Peñón Negro, desde donde ya
divisamos el refugio, al que llegaremos por un falso llano en unos
quince minutos. No está mal para la primera etapa... , seguramente
en verano es la opción más dura, pero merece el esfuerzo por lo
espectacular del recorrido entre rios, acequias, barrancos, poblados
y cortijos de tiempos pasados.
Mañana toca madrugar, el Mulhacén nos espera.
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