Sin duda uno de los símbolos
mundiales de la democracia. Situado en el barrio de Capitol Hill, el Capitolio de los Estados Unidos está en el extremo
oriental del National Mall. De estilo neoclásico, residen en él los dos poderes legislativos de este país, el Senado y la Cámara de Representantes. El
edificio se puede ver prácticamente desde cualquier parte de la ciudad porque
se encuentra en el corazón de Washington. El perfil de este conjunto es bien conocido por todos con su enorme cúpula rematada por una estatua
femenina, sus columnas y la escalinata abriéndose al Mall de la capital
americana, todo en un brillante blanco impecable. En sus escaleras exteriores
inician su mandato los presidentes de los Estados Unidos con su juramento y acto de investidura.
El recorrido por este
complejo cargado de historia empieza en un subterráneo, donde se encuentra el centro de visitantes. Todo
aquí es enorme, fastuoso y magnífico. Si la intención de los que idearon este
edificio era impresionar, está claro que lo consiguieron porque aquí uno se
siente pequeño y asombrado, sobre todo debajo de la gran cúpula, donde se sitúa
la famosa Rotonda, una gran sala circular abovedada que se eleva unos 55 metros y que sorprende al visitante por sus dimensiones, que se completó en
1863 y que resultó una gran proeza de la ingeniería, pero también por la colección
de obras de arte que la adornan, como ocho grandes murales que describen
escenas de la historia de este país. En el interior de la cúpula, la Apoteosis
de Washington representa al presidente rodeado de deidades clásicas. Todas las
entradas a la Rotonda están flanqueadas por las estatuas de los primeros
presidentes. Los muros que soportan la cúpula están decorados estos grandes cuadros
que narran los hechos más destacados del nacimiento de los USA. Curiosamente
uno de ellos escenifica la llegada de los españoles a América. En el friso de
la Rotonda están pintadas algunas escenas de la historia española en América:
la llegada de Colón, la entrada de Cortés a México, la de Pizarro en Perú o el
entierro de Hernando de Soto.
Se puede ver también la
Cámara del Tribunal Supremo, donde se decidieron muchos casos famosos; la sala
de las Estatuas tiene la forma de un antiguo anfiteatro y contiene estatuas de
prominentes estadounidenses. La visita se puede completar, tras obtener otro
permiso en los mostradores, con la Cámara de los Representantes, pero en la aquí está prohibido tomar fotografías.
No conocía tu blog Antonio, muy buenas fotos. Ana Salazar
ResponderEliminarAy, cómo pasa el tiempo!
ResponderEliminar