Situada muy cerca de los pantanos del Celemín y de Barbate, y
dentro del término municipal de Benalup-Casas Viejas, Sierra Momia es un claro
exponente de las riquezas naturales y arqueológicas que atesora el Parque
Natural de los Alcornocales. Este entorno alberga un complejo de cuevas o abrigos de
habitación prehistóricos con numerosos testimonios de lo que conocemos como
pinturas rupestres, realizadas en las paredes de estas concavidades, así como
una serie de tumbas antropomórficas que constituyen en su conjunto los
testimonios más antiguos de la humanidad.
Las grandes formaciones de areniscas albergan cavernas de los
más diversos tipos, producto, sobre todo, de la erosión eólica. Pero los yacimientos y pinturas, que podrían
datarse a finales del Neolítico o inicios de los Metales, se encuentran muy
deteriorados por el abandono que sufren y la exposición a los agentes
climáticos, hasta el punto que resulta difícil identificar los elementos que
fueron dados a conocer por primera vez a la comunidad científica a principios del siglo XX.
La propuesta senderista-cultural del club Camino y Jara
consistía en recorrer este conjunto de abrigos rocosos. No se trata ni existe
propiamente una ruta, porque los lugares a visitar se encuentran algo dispersos
y las posibilidades variadas, pero se podría acometer esta empresa a escala
oficial para dar a conocer este lugar que tiene también un indudable valor
geológico y de paso emprender también actuaciones para salvar de una vez lo que queda de las pinturas.
La caminata empieza por la colada de Cermeño para conectar
con la garganta del Cuerno y pronto, a nuestra izquierda según ascendemos, nos
encontramos con el primer complejo denominado Cuevas de Pretina, enclavadas en
estas laderas de areniscas. Más arriba, en lo más alto de la cresta, nos
encontramos con la necrópolis que consta de dos hileras de tumbas de diverso
tamaño. Lo que sigue es un conjunto extraordinario de formaciones rocosas,
desconocidas por muchos, y que se han bautizado con nombres como cueva de la
Ventana, del Arco o de la Columna. Desde lo más alto tenemos amplias vistas
sobre la comarca de la Janda, los embalses y las poblaciones de cercanas.
La vuelta se hace por la colada de Boca de Fo, a través del abandonado Cortijo Guerrero, buscando el
corredor verde Dos Bahías para desembocar en el pantano de Celemín.
Estupendo comentario y preciosas fotos
ResponderEliminarEnhorabuena Antonio excelente descripción y buenas fotos. Saludos cordiales
ResponderEliminarBreve y conciso, me ha encantado. Una pena ver su estado, doy fe de ello que hace ya mas de 20 años cuando las visité por primera vez creo recordar al menos es mi apreciación tenían otro aspecto. Lo ultimo que quería añadir a este comentario, es que estos enclaves de arte rupestre de la comarca necesitan darse a conocer, el pueblo debe saber de su importancia y que es deber de todos cuidarlos y preservarlos.
ResponderEliminarHola, me encanta todo, el artículo y las fotos. Sería posible conseguir algunas fotos en ás calidad???
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