miércoles, 13 de abril de 2016

Por el Valle del Jerte. Ruta de Carlos V y Garganta de los Infiernos


                                              
                      
       El valle del Jerte es uno de los exponentes principales de las bellezas naturales de Extremadura. Su carta de presentación son los cerezos en flor, que actúan cada año como un imán para atraer a numerosas personas por sus estrechas carreteras para contemplar el espectáculo de la floración. Además, dada su situación geográfica, en sus núcleos rurales se mantienen los usos y costumbres tradicionales y parece que el tiempo se ha detenido. Desde el puerto de Tornavacas podemos tener una visión de conjunto de todo este entorno, así como comprobar las inmensas posibilidades para los amantes de la naturaleza. Porque las riquezas naturales que atesora este valle son igualmente variadas al disfrutar de un microclima, casi un oasis, gracias a sus abundantes precipitaciones y temperaturas suaves
      El club Senderista Camino y Jara nos invitaba a enlazar dos de sus más emblemáticas rutas en una sola jornada. La denominada ruta de Carlos V, que sigue los pasos del emperador en su viaje hasta su última morada en el monasterio de Yuste, y que vamos a hacer sólo en parte, y la Garganta de los Infiernos con sus saltos de agua. Un entorno de arroyos que van a parar al propio río Jerte.
Empezamos nuestra caminata en el pueblo de Tornavacas para seguir paralelos al río que da nombre a este valle por un bosque de robles y castaños. El sendero está bien señalizado por tablillas y pinturas que nos indican que vamos por el buen camino. Algunos cerezos nos anuncia, de manera tímida, la proximidad de la primavera, pero todavía distan mucho de su floración. A la altura del pueblo que da nombre al valle, iniciamos una subida que desemboca en el collado de las Loza, que es una encrucijada de caminos y carriles.  
       Iniciamos el descenso hacia la Garganta de Serrá, antiguo valle glaciar que más abajo se transforma en la Garganta de los Infiernos. Antes pasamos por el sorprendente puente Nuevo, o de Carlos V, lugar emblemático de la ruta e ideal para descansar e incluso darse un baño en verano. Sorprende esta gran obra en este lugar aparentemente tan secuestrado del mundo, así como los colores del río en un entorno gris y agreste como el que nos rodea en estas vertientes de la Sierra de Gredos. Aunque hay mucha gente que hace como nosotros, y aprovecha para recuperar fuerzas, todo invita al silencio y la paz porque la visión de la garganta tan estrecha y sus laderas casi desnudas puede llegar a ser sobrecogedora.
     En este punto entramos en contacto con el curso fluvial que ya nos va a acompañar durante todo el recorrido. Y dentro de su amplia red de afluentes, el paso por grandes bloque de piedra de uno de estos riachuelos se nos hace largo y algo penoso por las dificultades de nuestra expedición para superarlo ya que hay que extremar las precauciones si no se quiere acabar en el agua. No encontramos con pequeñas torres de piedras que van levantado los caminantes a su paso. Pronto, en una nueva bifurcación abandonamos la senda del emperador, que dejamos a nuestra izquierda, y nos metemos de lleno en la Garganta de Los Infiernos, cada vez más encajonada.
      Desde la distancia tenemos una primera visión de los famosos pilones, las marmitas de gigantes, que son una sucesión de pozas naturales producto de  la erosión fluvial que hacen las delicias de los bañistas en verano. Caminamos paralelos a estas rocas de granito por un sendero labrado en la roca y protegido por un cable. El puente de madera de reciente construcción se nos antoja demasiado estrecho para ser utilizado en los dos sentidos, y difícilmente podemos detenernos para hacernos la correspondiente foto sin obstaculizar el continuo flujo de gente.
      La vuelta es a través de un carril que nos lleva hasta la zona de servicios situada entre los municipios de Jerte y Cabezuela del Valle, donde damos por finalizada nuestra jornada senderista. 






































































































                           

4 comentarios:

  1. Ya he pasado varias veces por este espectacular valle y no conozco ninguna de estas dos rutas. La última vez subimos hasta la Laguna del Trampal, y fue espectacular. Una ruta larga y con mucha nieve, pero no dio tiempo a más, y estas dos que propones, las hemos pensado varias veces, y no nos hemos decidido. Me ha gustado tu reportaje. Gracias.

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  2. Una preciosidad de rutas y las fotos magníficas.
    ¡Lástima que a mí lo de andar por el campo no me vaya mucho!!
    Un saludo.

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  3. Para Fran... muy recomendable la ruta, aunque yo pase bastante calor pues creo recordar que fui en Junio. Tambien hice una variante respecto a esta ruta, en este caso Antonio venia de Tornavacas y yo vine de dirección opuesta, aunque coincide desde el Puerto de Las Lozas en adelante, osea 2/3. Por la calor no es problema, pues te bañas y solucionado... Otro tema que pienso que seria ideal es coger los Cerezos en Flor, en este caso Antonio se adelanto una semana y yo me excedí casi un mes.

    Al margen de todo esto, una ruta impecable que hay que hacer si o si , cuando se esta por la zona.

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  4. Gracias, amigos, por los comentarios. Es una ruta para no perdérsela. En realidad toda la provincia de Cáceres es una maravilla, tanto a nivel histórico como natural.

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