El valle del Jerte es uno de los exponentes principales de
las bellezas naturales de Extremadura. Su carta de presentación son los cerezos
en flor, que actúan cada año como un imán para atraer a numerosas personas por
sus estrechas carreteras para contemplar el espectáculo de la floración.
Además, dada su situación geográfica, en sus núcleos rurales se mantienen los
usos y costumbres tradicionales y parece que el tiempo se ha detenido. Desde el
puerto de Tornavacas podemos tener una visión de conjunto de todo este entorno,
así como comprobar las inmensas posibilidades para los amantes de la
naturaleza. Porque las riquezas naturales que atesora este valle son igualmente
variadas al disfrutar de un microclima, casi un oasis, gracias a sus abundantes
precipitaciones y temperaturas suaves
El club Senderista Camino y Jara nos invitaba a enlazar dos
de sus más emblemáticas rutas en una sola jornada. La denominada ruta de Carlos
V, que sigue los pasos del emperador en su viaje hasta su última morada en el
monasterio de Yuste, y que vamos a hacer sólo en parte, y la Garganta de los Infiernos
con sus saltos de agua. Un entorno de arroyos que van a parar al propio río
Jerte.
Empezamos nuestra caminata en el pueblo de Tornavacas para
seguir paralelos al río que da nombre a este valle por un bosque de robles y
castaños. El sendero está bien señalizado por tablillas y pinturas que nos
indican que vamos por el buen camino. Algunos cerezos nos anuncia, de manera
tímida, la proximidad de la primavera, pero todavía distan mucho de su
floración. A la altura del pueblo que da nombre al valle, iniciamos una subida
que desemboca en el collado de las Loza, que es una encrucijada de caminos y
carriles.
Iniciamos el descenso hacia la Garganta de Serrá, antiguo
valle glaciar que más abajo se transforma en la Garganta de los Infiernos.
Antes pasamos por el sorprendente puente Nuevo, o de Carlos V, lugar
emblemático de la ruta e ideal para descansar e incluso darse un baño en
verano. Sorprende esta gran obra en este lugar aparentemente tan secuestrado
del mundo, así como los colores del río en un entorno gris y agreste como el
que nos rodea en estas vertientes de la Sierra de Gredos. Aunque hay mucha
gente que hace como nosotros, y aprovecha para recuperar fuerzas, todo invita
al silencio y la paz porque la visión de la garganta tan estrecha y sus laderas
casi desnudas puede llegar a ser sobrecogedora.
En este punto entramos en contacto con el curso fluvial que
ya nos va a acompañar durante todo el recorrido. Y dentro de su amplia red de
afluentes, el paso por grandes bloque de piedra de uno de estos riachuelos se
nos hace largo y algo penoso por las dificultades de nuestra expedición para
superarlo ya que hay que extremar las precauciones si no se quiere acabar en el
agua. No encontramos con pequeñas torres de piedras que van levantado los
caminantes a su paso. Pronto, en una nueva bifurcación abandonamos la senda del
emperador, que dejamos a nuestra izquierda, y nos metemos de lleno en la
Garganta de Los Infiernos, cada vez más encajonada.
Desde la distancia tenemos una primera visión de los famosos
pilones, las marmitas de gigantes, que son una sucesión de pozas naturales
producto de la erosión fluvial que hacen
las delicias de los bañistas en verano. Caminamos paralelos a estas rocas de
granito por un sendero labrado en la roca y protegido por un cable. El puente
de madera de reciente construcción se nos antoja demasiado estrecho para ser
utilizado en los dos sentidos, y difícilmente podemos detenernos para hacernos
la correspondiente foto sin obstaculizar el continuo flujo de gente.
La vuelta es a través de un carril que nos lleva hasta la zona de
servicios situada entre los municipios de Jerte y Cabezuela del Valle, donde
damos por finalizada nuestra jornada senderista.
Ya he pasado varias veces por este espectacular valle y no conozco ninguna de estas dos rutas. La última vez subimos hasta la Laguna del Trampal, y fue espectacular. Una ruta larga y con mucha nieve, pero no dio tiempo a más, y estas dos que propones, las hemos pensado varias veces, y no nos hemos decidido. Me ha gustado tu reportaje. Gracias.
ResponderEliminarUna preciosidad de rutas y las fotos magníficas.
ResponderEliminar¡Lástima que a mí lo de andar por el campo no me vaya mucho!!
Un saludo.
Para Fran... muy recomendable la ruta, aunque yo pase bastante calor pues creo recordar que fui en Junio. Tambien hice una variante respecto a esta ruta, en este caso Antonio venia de Tornavacas y yo vine de dirección opuesta, aunque coincide desde el Puerto de Las Lozas en adelante, osea 2/3. Por la calor no es problema, pues te bañas y solucionado... Otro tema que pienso que seria ideal es coger los Cerezos en Flor, en este caso Antonio se adelanto una semana y yo me excedí casi un mes.
ResponderEliminarAl margen de todo esto, una ruta impecable que hay que hacer si o si , cuando se esta por la zona.
Gracias, amigos, por los comentarios. Es una ruta para no perdérsela. En realidad toda la provincia de Cáceres es una maravilla, tanto a nivel histórico como natural.
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