Muchos años de preparación para llegar
a este momento. Un largo recorrido de horas y horas de dedicación y desvelos
que tiene como destino los estudios universitarios. A través de un extracto de
las reflexiones que ofrecieron los profesores de Filosofía e Historia y de los
testimonios gráficos de diversos docentes y alumnos, nos aproximamos al acto de
graduación del IES Sierra Luna que simboliza de alguna manera este tránsito
hacia esa nueva frontera que representa la entrada en la Universidad
“Nos pareció
que igual tendría sentido decir algo de todo lo valioso que nos gustaría haber
logrado despertar en vosotros a lo largo de estos años, eso que llaman VALORES
y de lo que la educación debe ocuparse por encima de cualquier otra cosa.
Los
medios de comunicación de masas no proponen otro horizonte para nuestra
juventud que el consumo, el desprecio hacia los más débiles y la competición de
todos contra todos. La escuela en cuanto reserva de valores, debe ser una señal
segura un faro para una sociedad en crisis. La educación es la base de la
prosperidad de un pueblo y al mismo tiempo el medio más seguro de hacer
imposibles los abusos de poder.
Y
el primero de esos valores, quizá el principal, y que tanto tiene que ver con
un día como el de hoy es el del ESFUERZO. En este sentido José Alberto nos
recuerda que Aristóteles decía que sólo
hay felicidad donde hay virtud y esfuerzo serio.
Napoleón
Bonaparte por otra parte decía a sus tropas que “todo soldado lleva en su
mochila el bastón de mariscal”. Y esta cita es suya “Con constancia y tenacidad
se obtiene lo que se desea; la palabra imposible no tiene significado”.
Ciertamente
todos estáis aquí gracias al esfuerzo, a la conciencia de que la única manera
de sacar adelante vuestro proyecto personal es el empeño continuado en vuestras
metas, el tiempo dedicado al trabajo, la persistencia en los objetivos, la
tenacidad, que es lo contrario a lo más sencillo y lo más cómodo, a la
tentación de la pasividad.
El
esfuerzo no sólo permite conseguir resultados, no sólo es una herramienta
práctica. Sino que saca lo mejor de cada uno, nos hace mejores personas, hace
ese que de verdad queremos ser. Nuestra mejor posibilidad, la que nos permite
ser lo que soñamos, y por eso, debemos mantenernos siempre en el esfuerzo como
una conquista permanente, sabiendo que todo lo valioso es frágil y tenemos que
luchar por mantenerlo.
Dejad que os diga, que el esfuerzo, es también el arma
secreta que nos inmuniza contra todos esos mensajes descorazonadores que hoy
más que nunca, en tiempos de crisis, a veces repiten tanto los medios, o la
clase política.
Parece
que nos quieren recordar otros tiempos Cuando parecía que los españoles venían
al mundo con un No de plomo en la cabeza. No a la educación. No a al trabajo.
No a la esperanza.
Debemos
tener presente siempre que con constancia y esfuerzo sostenidos, seremos
capaces de enfrentar con garantía cualquier dificultad que se nos presente. La
diferencia entre quién eres y quién quieres ser es aquello que haces.
Gandhi
decía que “Nuestra recompensa se encuentra en el esfuerzo y no en el resultado.
Un esfuerzo total es una victoria completa”.
El
segundo de estos valores, sobre el que me gustaría reflexionar en alto con
vosotros, es el APOYO, porque no hay logro, en ninguna de las esferas de la
vida, que pueda hacerse de manera individual y al margen de los otros.
Sófocles
dice que "La obra humana más bella es la de ser útil al prójimo." Nos
gustaría pensar que, como profesores, cada uno desde nuestra modesta posición,
hemos logrado daros el apoyo que os ha hecho crecer, y me queda también
constancia de cómo la mutua colaboración y ayuda entre compañeros y amigos ha sido
una pieza fundamental para que ahora
estéis aquí.
Pero
al hablar de APOYO estamos pensando en los principales protagonistas, a los que
tenéis tanto que agradecer los alumnos y son los padres. Ellos son los que se
han preocupado incesantemente por vuestros rendimientos, por vuestro estado de
ánimo, por vuestro sueño, los que han acompañado esos años tan difíciles que ya
habéis superado de la adolescencia y aunque no busquen el agradecimiento, sí
que merecen todo vuestro, y nuestro reconocimiento.
Tampoco
para los padres ha concluido esta exigencia de seguir apoyándoos en los nuevos
retos que tenéis por delante, pero sin duda eso lo harán de buen grado, y no en
vano los padres representan ese “cheque en blanco” y ese “apoyo incondicional”
que tenemos la suerte de recibir a todo lo largo de la vida.
Nos
gustaría también llamar la atención brevemente, sobre las relaciones que entre
todos hemos sido capaces de trabar, como una gigantesca red, aquí en el
instituto. Los lazos que habéis establecido con nosotros, vuestros profesores,
y también con los compañeros, con el
resto del personal no docente, ponen en primer plano algo que puede pasar
desapercibido y me parece un valor importante.
Y
es que este Centro ha sido una escuela de convivencia de la que sois actores principales y esa
convivencia es en sí misma un valor superior a lo que cada uno de nosotros,
dentro del aula os hayamos podido trasmitir;
Sartre
afirmaba que “nadie es como el otro. Ni mejor, ni peor. Es otro”. Efectivamente, todos los que estamos aquí esta
tarde somos diferentes, diferentes en nuestro modo de trabajar y de
relacionarnos, en nuestros gustos, en nuestro talante y nuestra peculiaridad, y
ello nos ha exigido a cada uno durante estos años un esfuerzo de comprensión y
adaptación, un aprendizaje de tolerancia.
Nuestro
Centro ha sido una gran comunidad, un laboratorio donde hemos ensayado a
relacionarnos desde la diversidad y la diferencia. Y esta DIVERSIDAD es también
un valor y debemos aprender de ella, fomentarla sin restricciones, porque también
diversa y, más, si cabe, será la Universidad, el trabajo, nuestras relaciones
personales y el apasionante mundo que os
espera a todos ahí fuera.
Convivir
es aceptar al diferente y uno de los mayores retos que tenéis en vuestro
horizonte, cuando salgáis de aquí, es construir y mantener una sociedad rica,
compleja, plural y tolerante.
Mirad
por un momento lo que tenéis por delante. Roosevelt decía que “El futuro
pertenece a quienes creen en la belleza de sus sueños” Id sin miedo a conquistar vuestro futuro. Tenéis algo muy importante para
conseguirlo que sin embargo sólo se valora cuando se pierde: la libertad.
Porque Desde hace
más de 200 años, liberales, regeneracionistas, escritores del 98, y muchos
intelectuales a los que les dolía España, suspiraban porque no veían el momento
de la implantación de régimen de libertades. Decían que nuestro país necesitaba
de al menos 30 años de democracia sin interrupción, sin dictaduras, gobiernos
autoritarios ni las convulsiones de conflictos civiles. Unas generaciones que
nacieran, crecieran y que sólo conocieran ese régimen de libertades y que por
nada del mundo iban a permitir que se la arrebataran. Pues bien, ese momento ha
llegado. Esas generaciones las tenemos
aquí hoy. Vosotros sois la mejor garantía para el futuro. Una época histórica
inédita. Que nada estropee lo que ya hemos conseguido.
Con estas armas
tan valiosas seréis los protagonistas del siglo XXI. Como futuros ciudadanos os
transferimos la responsabilidad de un porvenir. Delegamos también la
realización de un sueño que las generaciones anteriores no pudieron alcanzar”.
J.A. G. P. y A.M. B.
Enlace con el vídeo de Samuel Jacob Pumpr
Reportaje fotográfico
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