Ulldeter es uno de esos lugares ideales
para hacer senderismo invernal. Se trata de un enclave estratégico,
fronterizo entre España y Francia, donde confluyen numeros
atractivos naturales y desde donde parten espectaculares excursiones
de montaña. Por aquí discurre el camino de Nuria, siguendo el
GR-11; de aquí parte también, en sentido descendente, la ruta del
río Ter, que recorre cinco comarcas catalanas antes de desembocar en
el Mediterráneo. Se encuentran también las cimas más altas de los
Pirineos orientales, y presidiéndolo todo el Bastiments, una de las
cumbres más emblemáticas de esta cadena montañosa en Cataluña. En
este lugar se experimenta la sensación absoluta de alta montaña.
En nuestro caso hemos realizado la
ruta hasta el col de la Marrana de unos 6 kilómetros. La acumulación
de nieve era tan grande que hizo muy lenta nuestra marcha que también
se vería frenada por fuertes rachas de viento que nos castigó
durante toda la ascensión. El desnivel acumulado fue de unos 450
metros, partiendo desde los 2.089 metros se sube hasta los 2.527
metros. Las temperaturas que tuvimos que soportan en algunos momentos
fueron de 14º bajo cero. Además, en toda la ruta no hay que perder
de vista el horizonte, porque hay que tener cierta precaución en
estas alturas donde el tiempo cambia de repente y podemos encontranos
con amenazas de tormenta o niebla. Por lo que hay que hacerla en las
condiciones más óptimas. Se trata, en suma, de una ruta de alta
montaña. Para afrontarla durante los meses de invierno es
imprecidible llevar el equipo adecuado.
Realizamos esta ruta el 2 de febrero
de 2014, gracias a nuestro amigo montañero Marcel que dispuso todo
el material necesario y fue nuestro imprescindible guía. Emprendimos
la marcha con ciertas reservas pero las condiciones climáticas
fueron mejorando conforme culminábamos la ascensión por lo que el
día se convirtió en ideal para disfrutar de todo lo que nos puede
ofrecer el montañismo invernal. Utilizamos raquetas de nieve aunque
observamos que cada vez son más los que ascienden estos picos con
esquís.
Esta zona se encuentra en la comarca
del Ripollés. Tiene una rico patrimonio cultural, sobre todo
romántico en localidades como Ripoll o San Juan de las Abadesas.
Llegados a Camprodón hay que tomar un desvío por la carretera
GIV-5264 que nos conduce hasta Setcases y desde allí, ya con mucha
nieve a ambos lados de la vía, debemos continuar en dirección a la
estación de esquí Vallter 2000. Poco antes de llegar nos
encontramos con una curva muy cerrada a la derecha y a continuación
un primer aparcamiento en el que tenemos que parar. Nos recibió un
viento tan fuerte que incluso arrastró ladera abajo una de nuestras
mochilas. Junto al viento, otra cosa que nos llamó la atención fue
la gran cantidad de nieve. El día estaba despejado pero se
vislumbraba en lo más alto de las montañas signos de esas rachas de
viento que nos iban a acompañar durante todo el trayecto.
Pronto veremos la señalización y
caminaremos dejando el curso del río a nuestra izquierda. El Ter se
encuentraba sepultado bajo la nieve. En un punto hay que atravesarlo.
Sabemos que existe una pasarela de madera pero ni siquiera la vemos.
Muy cerca ya de su nacimiento, el río discurre bajo nuestros pies y
podemos adivinarlo porque la nieve ha abierto perqueños huecos en el
suelo que pisamos. En ese momento tenemos que enfrentarnos a un
repecho muy fuerte que nos lleva al refugio. Una cuesta empinada pero
corta entre un bosque de pinos negros. Nos costó superar este
desnivel. El refugio, que se encuentra aproximadamente a un
kilómetro del punto de partida, fue cosntruido en 1959 y sustituye a
otro de 1909, considerado el más antiguo de España. En ese punto
ya hemos subido casi 200 metros. El camino que nos ha llevado
siguiendo el curso del río. al refugio coincide con el GR-11.
Tras descansar para reponer fuerzas y
reanudar la marcha, nos encontramos de frente con las cumbres que
coronan este circo. Siempre en paralelo a las pistas de esquí, el
ascenso se complica por los fuertes desniveles y las cada vez más
frecuentes rachas de viento que nos obligó a parar en algunos
momentos. En contínuo ascenso, y con esos vientos helados, nos
encontramos con otros senderistas y esquiadores, incluso con alumnos
que realizaban un curso de montañismo. En un punto atravesamos las
pistas de esqui y algunos peligrosos tramos de hielo que hay que
sortear. En un despiste, debido a nuetro afán por fotografiarlo
todo, el viento se llevó uno de nuestros guantes, menos mal que
nuestro guía había sido precavido y tenía otro de respuesto.
Llegados al circo de Ulldeter parece
que estamos en otro mundo. Un simple vistazo desde lo más profundo
de este valle hacia los picos que nos rodean resulta sobrecogedor.
Elementos imponentes como el pico de Freser o el col de la Marrana
nos dejan boquiabiertos. Y aunque en nuestro horizonte divisamos a
otros montañeros, la sensación que nos invade es de una infinita
soledad ante esta poderosas cumbres. La nieve aquí domina todo el
horizonte. Al mismo tiempo comprobamos que las condiciones
atmoféricas han mejorado bastante, encajonados como estamos al
abrigo de estas altas montañas. El viento no sopla con tanta fuerza
y ello permite continuar hasta la cumbre del collando de la Marrana,
ya muy cerca de la línea con el país vecino. Por lo que se corona
este collando siguiendo las huellas dejadas por otros montañeros.
Una vez en la Marrana, a 2.510 metros
de altura, la recompensa es infinita. Constituye también un cruce de
diversas rutas. A la izquierda, casi se toca, el poderoso Bastiments
(2.881 metros) y al otro lado, el Gra de Fajol (2.708 metros). Un
poco más lejos, el Pico de la Dona cierra todo el circo de Ulldeter.
Y se mire donde se mire, una impresionante panorámica de todo el
conjunto. Para llegar aquí han sido necesarios unos 3 kilómetros de
subida y otros tantos de bajada porque la vuelta se realizó por el
mismo camino hasta Vallter 2000 tras una breve parada en el refugio.
Río Ter cubierto por la nieve
Reponiendo fuerzas cerca del refugio
Fuertes rachas de viento
Curso de montañismo
Circo de Ulldeter. Al fondo el col de la Marrana
Delante del Bastiments
Camino del col de la Marrana
Coronando el col de la Marrana
A la vista el Bastiments y la frontera francesa
Cruce de caminos
Vuelta al refugio.
Descenso hasta Vallter
Magnificas fotos y ruta. Saludos. Paco Torres
ResponderEliminarQue hermosa experiencia, cuanto los envidio. Gracias por compartir las fotos
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