Cada tres años, durante el primer fin de
semana de febrero, coincidiendo con los días más oscuros del año, la ciudad belga
de Gante se ilumina más que nunca con las obras de artistas
internacionales de la luz que exponen en las calles. La noche de la ciudad se convierte en un telón de
fondo de un espectáculo único y sorprendente. Es el Light Festival que durante
esas frías noches envuelve la ciudad de efectos especiales, esculturas de luz,
proyecciones sobre monumentos, esferas luminosas, así como todo tipo de
artilugios e instalaciones de estos creadores de la luz.
Gante goza de merecida fama, y ha
recibido numerosos premios internacionales, por la iluminación de sus
monumentos, pero durante esas noches de febrero un crisol de todo tipo de luces
nocturnas llena toda la ciudad, no sólo el centro histórico y el barrio de las
artes, sino otros lugares más periféricos e incluso zonas industriales. Un
recorrido circular de casi siete kilómetros que este 2018 ha sido capaz de movilizar
a más de 600.000 personas que no han dudan en desafiar el frío para llenar las
calles hasta la medianoche para ser testigos de este espectáculo de la luz,
películas de animación en los edificios e instalaciones ingeniosas.
Una oportunidad también para descubrir los encantos ocultos de esta histórica ciudad flamenca desde un ángulo diferente y que cada tres años pone en marcha a una interminable marea de gente con un plano en la mano para no perderse ningún detalle. Este año ha sido la cuarta edición de un festival que baña de luz la ciudad de Gante.
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