Situada en la península del mismo
nombre, dentro de la provincia de Matanzas, se trata de una zona casi al nivel del mar, que se adentra en el
Caribe y se inunda con frecuencia. Dicen que en otro tiempo era un lugar
inhóspito, donde los mosquitos eran los principales protagonistas, y aún
todavía es una zona un poco agreste y salvaje, alejada de los circuitos
tradicionales, donde el turismo de masas todavía no ha llegado. Dentro de esta
península se encuentra el Parque Nacional de la Ciénaga de Zapata, que fue
declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO en 2011.
Se trata de una extensa zona en la que
no faltan atractivos naturales. Un compendio de todo. Paisajes espectaculares,
palmerales, densa vegetación, playas paradisiacas, corales, peces tropicales,
lugares ideales para el submarinismo, criaderos de cocodrilos, extensas
marismas, aves migratorias; pero también bahías con historia, escenarios de la
Guerra Fría y poblados aborígenes.
En nuestro caso, comenzamos la visita
por la zona del embarcadero de La Boca. Allí se debe tomar una lancha motora
que nos lleva a través de un largo canal hasta la Laguna del Tesoro, donde,
según la leyenda, los tainos escondieron sacos de oro que nunca fueron
encontradas por los conquistadores españoles. Desde este extensa laguna de agua
dulce se accede a una serie de pequeñas islas unidas por puentes de madera y el
poblado taino donde, rodeado de palmeras, se recrea lo que debió ser este
primitivo asentamiento anterior a la llegada de los europeos.
Se continúa por una carretera costera
donde el mar presenta un color azul que nos parece irreal. Se trata de la Playa
Larga, otra de las maravillas de esta zona. Nadie se resiste a parar para darse
un baño en estas aguas cristalinas. La costa en algunos lugares es un poco dura
y rocosa por lo que se han colocado escaleras. Pero una vez en el agua
enseguida nos veremos rodeados de peces tropicales de todos los colores. Una
maravilla. Muy cerca de allí se encuentra la llamada Cueva de los Peces, que es
una laguna interior de 70 metros de profundidad y que está conectada por túneles subterráneos con el mar.
Cerca también de este lugar, en realidad
una prolongación de la Península, se encuentra uno de los escenarios
principales de la Guerra Fría: Playa Girón, dentro de la Bahía de Cochinos. Aquí
se ha montado un museo que recrea este episodio bélico tras el intento de
invasión por parte de fuerzas anticastristas en abril de 1961.
Gozando entre otras lecturas estivales de la de nuestro conterráneo Premio Cervantes 2012, JM Caballero Bonald (La costumbre de vivir, Ed. Alfaguara 2001 de corte memorialista), supe de la vetusta araña-cabrito que dicen “que aún pervive por los pinsapares de Grazalema”.
ResponderEliminarCompartida la novedad, en comunicación epistolar digital que mantengo con JM Román-marido de nuestra querida y más que vecina Ana Mari de la calle Real de Ubrique- me he complacido al coincidir en el tiempo con la reseña y reportaje gráfico -magníficos- que él me facilita, publicados en este meritísimo blog de Antonio Morales y ocasión de su reciente viaje a la Ciénaga de Zapata (Cuba).
Por su lado refiere el poeta, que en su primer viaje a la isla coincidió brevemente en aquellos parajes con el icónico dirigente, Dr. Ernesto Che Guevara, asesinado en Bolivia posteriormente. Se detiene narrando la fauna, flora, gentes y enclave paradisíaco que reclama y merece el pueblo cubano, también, en el orden de los ansiados y justos derechos sociales que reclama tenazmente.
Anexos: foto de la cita y parlamento literario ofrecido por el galardonado escritor gaditano en el solemne acto de imposición de los atributos honoríficos del Premio Cervantes.
https://www.youtube.com/watch?v=2s5nNYY5Ecs
Muy interesante y lúcido comentario, que enriquecerá si cabe la entrada. Entre gaditanos anda el juego. Terna interesante: Caballero-Hevia-Morales
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