Esta ruta, realizada por la expedición andaluza desplazada a la ciudad
sueca de Helsingborg por la federación autonómica de montaña para participar en
el encuentro senderista continental y los actos finales de Eurorando 2016,
conjuga como pocas elementos urbanos y naturales casi en perfecta armonía. La
presencia humana es constante a lo largo de todo el recorrido, sobre todo cuando se pasea por el litoral y a un
lado se sitúan varias hileras de las casas de los vecinos. Pero parece que no
se rompe el paisaje ni el impacto de las viviendas tan cerca de la línea de
costa parece que llega a alterar el
entorno. Estas viviendas parecen volcadas al exterior con grandes ventanales,
sin rejas ni muros, buscando desesperadamente la luz, con flores y plantas
ofreciendo al caminante su mejor cara.
Incluso se puede decir que puede ser un ejemplo de cómo la presencia de
la vida moderna no llega a impactar demasiado en el paisaje ni en el medio
natural. La limpieza del aire contribuye
a la sensación de libertad en este entorno urbano y rural al mismo tiempo.
Esta sensación nos acompaña ya desde el principio, puesto que la ruta
parte del propio centro de la ciudad de Helsingborg, por sus magníficos espacios verdes. El gran
parque Vikingsberg y la torre de la antigua fortaleza puede ser un magnífico
lugar para iniciar la ruta. Una placentera travesía que nos lleva en primer
lugar hasta el palacio de Sofiero, propiedad de la corona sueca y que exhiben
una gran variedad de especies vegetales. A lo largo de estos primeros
kilómetros nos encontramos con algunos centros educativos, guarderías e incluso
granjas que también acogen a escolares y que van jalonando en algunos momentos
la ruta poniendo de manifiesto que desde una edad muy temprana se insertan el
medio natural y se les educa a ser respetuosos con el medio.
La transición entre lo urbano y rural tampoco se puede vislumbrar por la
armonía entre ambos elementos. Estamos en el sendero Kullaleden, ruta litoral
por el Báltico, calificada de alta calidad por la Asociación Europea de
Senderismo, en su tramo entre las ciudades de Helsinborg y Lerberget de unos 23
kilómetros. Sin duda una atractiva propuesta senderista.
Caminaremos siempre paralelos al mar, al principio por el estrecho de
Oresund, casi tocando la costa danesa, y las altas temperaturas, impropias de
estos lugares en septiembre, hace casi irresistible la tentación de darse un
baño en estas aguas. Pasamos por la reserva natural marina de Grollegrund, donde
se reproducen numerosas especies y descansan las aves sobre las rocas ofreciendo fotogénicas estampas. Atravesamos también puertos deportivos, localidades como
Viken, pisamos la arena de las playas y
caminamos entre bañistas, incluso por algún camping sin perder nuestras sensaciones iniciales.
La llegada al municipio de Lerberget
marca el final de este primer tramo de esta ruta tan variada.
Una muy buena descripción de la ruta y su entorno, Antonio.
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