Nueva mirada a esta
ciudad en la estación más hermosa del año. Porque en primavera Brujas todavía
no ha sido asaltada por las legiones de turistas ávidos de disfrutar de sus numerosas
bellezas durante sus períodos vacacionales. Todavía se puede caminar por sus
calles o, mejor aún, recorrer en
bicicleta su extenso entramado urbano medieval.
Una oportunidad de perderse por sus numerosos rincones cargados
de historia y buscar cierta complicidad con el pasado. Porque Brujas ha conservado
como pocas su aspecto original y tiene un casco histórico lleno de sorpresas.
Solo hay que huir del centro siguiendo sus puentes para saborearla en toda su plenitud.