Este lugar se encuentra entre
los límites de las provincias de Málaga y Granada, entre Nerja y La
Herradura. La riqueza del ecosistema y el valor paisajístico justifican que
haya sido declarado paraje natural. El relieve es abrupto con unos acantilados
de más de 80 metros de altura y 50 de profundidad y que ha permitido que se mantenga
libre de urbanizaciones dentro de un entorno muy saturado.
Con influencias atlánticas y
mediterráneas, su estratégica situación la ha convertido en una zona que había
que defender frente a invasiones y piratería. Por eso nos encontramos con las
torres vigías, como la almenara de Cerro Gordo del siglo XVI, en los límites de
este espacio natural y que preside el lugar.
La vista alcanza hasta Salobreña (Granada) y Torrox-costa (Málaga).