Un
lugar imprescindible en nuestro recorrido por los Picos de Europa en su
vertiente de Cantabria y enclavado en un verde valle con el telón de fondo del
macizo central de estas elevaciones montañosas.
Ocupa un lugar central en la comarca de Liébana, en un lugar donde se
encuentran varios valles y dos ríos y que forman un enclave privilegiado.
Esta situación ha determinado su historia y su desarrollo. Actualmente es un
lugar turístico y comercial, con un popular mercado semanal y tiene numerosas
servicios para montañeros y senderistas.
También ha determinado su clima, que es más cálido que el resto de la
región, al gozar de la protección de los macizos montañosos la rodean.
El recorrido debe llevarnos a la ribera del río Deva para ver sus viejas
casas reflejadas en sus aguas y coronadas por la famosa torre del Infantado,
que quizás sea la imagen más repetida de esta ciudad. También es recomendable
el paseo pos sus calles porticadas y visitar sus edificios religiosos.
Y si disponemos de más tiempo hay que recorrer sus callejuelas empedradas y casonas.