Situado
en un punto estratégico del litoral gaditano, su figura moldea y da
personalidad al paisaje de Chipiona. Con sus 69 metros está considerado el más
alto de España y uno de los más elevados del mundo. Fue construido a partir de
1863, por el arquitecto Javier Font, e inaugurado cuatro años después. Para su
construcción se empleó piedra ostionera de las localidades costeras vecinas,
así como material procedentes de Tarifa y de Sierra Carbonera. Hasta los años
cuarenta del siglo XX no se electrificó de manera completa.
Nada más entrar nos encontramos con
patio con aljibe y desde el que se accede a las viviendas de los fareros Para
subir hasta arriba hay escalera de caracol de más de 300 escalones.
Dicen que su haz de luz orienta a barcos y aviones y alcanza las 25 millas
naúticas.
La oficina de Turismo de Chipiona suele organizar visitas guiadas. Desde arriba podemos disfrutar de vistas extraordinarias de los corrales de pesca de origen romano, la costa gaditana, la desembocadura del río Guadalquivir, el parque Nacional de Doñana y el litoral onubense.