Ruta
sencilla con una gran variedad de paisajes y
magníficas vistas por el Parque Nacional de Picos de Europa, en su vertiente cántabra. No le falta nada: paisajes
de alta montaña, praderas de altura, donde ya no hay árboles, profundos bosques
y rocas desnudas. Desde el circo glacial de Fuente Dé hasta el paisaje agrete y
duro de la Alta Montaña.
Se parte de este extraordinario circo
montañoso para tomar el teleférico, conocido por todos como El Cable, que salva
un desnivel de 750 metros y nos lleva hasta los 1.834 metros de altura. En el
mirador las vistas son sobrecogedoras de este entorno montañoso. De allí parten
varias rutas. Nosotros nos decantamos por las de los Puertos de Áliva.
La pista es ancha y perfectamente
señalizada y, salvando una pequeña subida inicial, al llegar al cruce de
Horcadina de Covarrobres, y continuar por la derecha en dirección a Espinama, siempre en descenso. Transitamos por las
praderas con los Puertos de Áliva en el horizonte. Pasaremos por el Chalet
Real, donde estuvo Alfonso XIII, y por el Hotel Refugio de Áliva,
estratégicamente situado para tomarse un descanso. Retomando la ruta, y ya superado un gran
desnivel, nos encontraremos en una zona de pastos, donde veremos ovejas, vacas
y caballos y siempre tomaremos los cruces a la derecha. Un poco más abajo, una
pasarela de madera sobre el arroyo, nos indica por dónde debemos continuar. A
partir de este momento cambia el paisaje, ahora nos veremos inmersos en unos espesos
bosques. Un estrecho camino nos lleva hasta el punto de partida, la zona de
Fuente Dé, donde nuestra figura queda empequeñecida ante el marco grandioso de
su circo glacial del cuaternario y no nos resistiremos a repetir fotos.
Han sido unos 15 kilómetros y un desnivel de 974 metros.