Esta
ciudad, situada en el Estado de Zacatecas, fue
fundada en el siglo XVI por españoles originarios de Jerez
de la Frontera para proteger el camino entre Guadalajara y Zacatecas, donde se
encontraban las minas de oro y plata.
Ha
sido incluida por la administración mexicana en el programa de “pueblos
mágicos” por sus tradiciones, costumbres, leyendas y arquitectura. Ciudad que
ha sabido mantener y compaginar sus esencias y su fuerte personalidad, merced
a la conservación de su gran patrimonio cultural, con la vida que se respira en
sus calles, plazas y tabernas. Y ejemplos no faltan de cómo se pueden conjugar
su carácter de ciudad histórica y monumental, con algunas muestras destacadas como el
santuario de la Soledad, la iglesia de la Inmaculada y el Teatro Hinojosa, con
un animado ciclo festivo. Y un paseo por sus arterias principales basta para comprobar que está lleno de sorpresas. Los sábados es el turno de los mariachis que suelen
tocar en la plaza principal y el jardín Páez, y el domingo de los rancheros
junto a sus monturas en las puertas de los bares.
Además este histórico
enclave es conocido por la animada feria de Pascua que se prolonga durante una
semana.