Uno
de los parques de atracciones más antiguo del mundo en pleno corazón de
Copenhague. Abrió sus puertas en 1843 y su fundador fue el oficial de la armada
George Carstensen, que tiene una estatua en su interior. Debido a las
condiciones climáticas, sólo abre sus puertas en primavera y verano, aunque en
los meses de noviembre y diciembre se convierte en un mercado navideño.
Su
puerta principal se ha mantenido intacta desde finales del siglo XIX y aún conserva
este sabor de época en la mayor parte de sus instalaciones. No hace falta subirse
en sus atracciones porque disfrutar de su ambiente y del paseo por sus jardines,
con una gran variedad de árboles y de flores, es una de las mejores
experiencias de esta ciudad.
Al caer la noche el parque
se llena de luces y de espectáculos pirotécnicos.