Recientemente el ayuntamiento de esta ciudad francesa ha emprendido algunas iniciativas para dar a conocer los lugares más emblemáticos del exilio español. Coincidiendo con el final de la Guerra de 1936 Toulouse acogió a más de 20.000 españoles y en los años posteriores se convirtió en la indiscutible capital del exilio con las sedes de las principales organizaciones políticas y sindicales. Allí celebraron muchos de sus congresos y en numerosos lugares públicos se reunían los exiliados para mantener largas discusiones, convirtiéndolos así en su particular Parlamento, y en sus alrededores se vendían periódicos como CNT, Mundo Obrero y El Socialista. Por ello esta ciudad ha acogido esta legado como propio. Muchos de sus actuales vecinos tienen sangre española y muchos más hablan español.
En la calle Taur se encuentran las antiguas sedes del PSOE y UGT y en su patio interior se celebró el decisivo congreso de 1972, que hoy acoge a la Filmoteca de Toulouse. En un edificio de la la plaza Saint Sermin estaba uno de los lugares de reunión del PCE y en la calle Belfort el Secretariado de la CNT. En la rue de l´Étoile, a iniciativa de los anarcosindicalistas, se creó el Ateneo Español. Asimismo, podemos reconocer espacios públicos como la plaza del Capitolio y de Wilson y el muelle de los Exiliados como lugares de reunión y de grandes manifestaciones. Y todavía funciona el antiguo Hospital Varsovia, llamando hoy Joseph Ducuing, creado por guerrilleros del PCE. Asimismo, en el cementerio de Rapas se encuentran enterrados numerosos exiliados, entre ellos Federica Montsey, dirigente de la CNT y primera mujer ministra en España.
En muchos de estos lugares se han instalado placas con textos explicativos en francés y español para mantener viva esta memoria. Una historia en muchos aspectos olvidada en España pero a la que Toulouse no ha querido renunciar porque en sus calles, tiendas y escuelas resuena la memoria de una ciudad que un cantante local ha definido como el Cuerno de España.